Es responsabilidad de la madre y el padre brindar educación sexual a sus hijas e hijos; sin embargo, todavía existen dificultades para conversar sin temores sobre los distintos temas relacionados con la sexualidad.
La calidad de las relaciones entre padres, hijas e hijos,
así como el grado de franqueza alcanzado en las comunicaciones influye en la
posibilidad de que se abran espacios de diálogo sobre el tema de sexualidad.
Entre las actitudes que conducen a una buena comunicación
entre padres e hijos, podemos señalar:
- Sinceridad y comodidad para abordar los temas de sexualidad.
- Dialogar abiertamente de sexualidad desde temprana edad.
- Establecer acuerdos entre padres e hijos sobre las normas de comportamiento en la vida familiar.
- Acercamiento afectivo entre padres e hijos.
- Capacidad de escucha.
- Acertividad en la expresión de sentimientos y emociones.
1. ¿Qué edad es oportuna para iniciar la conversación
sobre sexualidad?
Toda edad es oportuna para hablar
de sexualidad con nuestras hijas e hijos. Permanentemente estamos transmitiendo
mensajes sobre cómo comportarnos y expresar nuestra sexualidad.
Por ejemplo, las niñas y niños,
desde que son muy pequeños, preguntan sobre el origen de los bebés, en este
sentido es necesario brindar información científica, adecuándola a la edad y a
su nivel de comprensión. Se debe evitar las respuestas falsas que no
contribuyen a su educación sexual.
La mejor oportunidad para conversar con nuestras hijas e hijos sobre sexualidad es cuando el tema surge de manera espontánea o cuando tengan preguntas o experiencias que quieran compartir. Para lo cual debemos contar con información, escuchar atentamente y responder con naturalidad, respetando sus puntos de vista y orientándolos hacia el desarrollo de comportamientos y actitudes que favorezcan un desarrollo sexual saludable.
2. ¿Por qué las madres y los padres evitan
conversar sobre os temas de sexualidad?
Algunas madres y padres de
familia tienen dificultades para conversar sobre sexualidad con sus hijas e
hijos por falta de información, temor, prejuicios y por las propias
experiencias de vida o formación que han tenido.
A menudo las madres y padres de
familia piensan que no han recibido suficiente preparación para hablar con sus
hijas e hijos sobre temas relacionados con la sexualidad. Sin embargo, la
educación sexual no solo requiere información, sino, que también, demanda
confianza para que nuestras hijas e hijos pueden hablar de estos temas sin
sentirse juzgados, criticados o rechazados. Es importante demostrarles que
pueden hablar con nosotros para aclarar sus dudas y preocupaciones.
3. ¿Por qué las hijas e hijos no acuden a sus
padres para pedir consejos sobre sexualidad?
La etapa de la adolescencia es
generalmente difícil para algunas hijas e hijos, lo cual provoca que la comunicación
con sus padres atraviese un período de crisis.
La incertidumbre no solo afecta
al adolescente sino al grupo familiar; ello ocasiona que se pierda la confidencialidad
y aumenten los prejuicios. La o el adolescente no se animará fácilmente a
confiar sus preocupaciones sobre su sexualidad a sus padres, lo que se hace
extensivo a los demás adultos de su entorno.
Para encontrar salidas a este
problema, madres y padres de familia deben favorecer la recuperación del diálogo
amical y abierto con sus hijas e hijos adolescentes, sin juicios anticipados y sin
censuras ni críticas destructivas a sus actitudes o comportamientos. En caso
contrario, nuestras hijas e hijos acudirán a otras fuentes de información, que
pueden ser no confiables y obtener información equivocada, teniendo efectos en
su comportamiento sexual.
Muchas veces las madres y los
padres de familia quisiéramos conversar sobre sexualidad con nuestras hijas e
hijos, pero tenemos dudas sobre cómo enfocar los temas y también precisar
cuándo es el momento oportuno.
En realidad, hablamos de
sexualidad con nuestras hijas e hijos desde su nacimiento y no solo lo hacemos
con palabras, sino también con nuestro comportamiento (conductas, actitudes,
formas de mirar, expresiones, exclamaciones), que ha sido aprendido, a su vez,
en los diferentes espacios de socialización como el hogar, la escuela, el
barrio, el trabajo.
Por lo tanto, las madres y los
padres son agentes formativos y primera fuente de información sobre aspectos
relacionados con la sexualidad de sus hijas e hijos.
Dialogando con
nuestras hijas e hijos
Frecuentemente nuestras hijas e hijos tienen preguntas,
temores o dudas relacionadas con su sexualidad, que necesitan respuestas
basadas en información veraz y científica.
- ¿Que es estar enamorado o enamorada?
Enamorarse es
el encuentro afectivo entre dos personas que desean conocerse mejor y llegar a
una intimidad y confianza mayor. El enamoramiento permite descubrir la
necesidad de amar y ser amados.
Cuando somos
adolescentes experimentamos fantasías y soñamos románticamente con la persona
de quien nos enamoramos. Asimismo, deseamos compartir tiempo, intimidad y
secretos con esa persona.
Algunos
enamoramientos pueden ser intensos y duraderos, otros pueden ser breves. Cuando
la persona se siente correspondida le invade el entusiasmo y la alegría, y
cuando no, experimenta dolor, desilusión e inseguridad.
Cuando las y los adolescentes viven la experiencia de romper la relación con su pareja, pueden recuperar de ella las vivencias enriquecedoras y descubrir que en otro momento es probable que se interesen en otras personas y establezcan nuevas relaciones afectivas.
- ¿Hay una edad para tener relaciones sexuales?
Lo recomendable es que la persona
que toma esta decisión sienta que ha madurado física y psicológica mente y
comprenda que es responsable del paso que va a dar.
Ello significa que conoce sus derechos, piensa en el futuro y sopesa las ventajas y desventajas del inicio sexual con relación a su plan de vida. Asimismo, significa que tiene información adecuada y capacidad para tomar medidas de prevención que eviten el embarazo y la paternidad en la adolescencia, así como la adquisición de infecciones de transmisión sexual, incluyendo el VIH y SIDA.
- ¿Por qué se dice que los HOMBRES tienen más de deseo sexuales que mujeres?
Esta creencia se relaciona con
las formas en que aprendemos a ser hombres y mujeres al interior de la familia.
Estos modelos se aprenden en el hogar, la institución educativa, comunidad y
sociedad.
A los varones se les enseña a no reprimir sus deseos sexuales y a estar siempre dispuestos a tener relaciones sexuales, por eso se cree que los hombres tienen más deseos sexuales que la mujeres. Sin embargo, tanto varones como mujeres experimentan los mismos deseos sexuales y en ninguno de los casos éstos resultan ser incontrolables.
La decisión de tener o no tener
relaciones sexuales, debe basarse sobre todo en la expresión de afectos, sentimientos,
respeto y comunicación con la pareja.
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